Es interesante conocer algunas de las obras consultadas por Luis García Jambrina para la construcción del libro, y cómo las ha utilizado a la hora de narrar. La música que le sirvió de ambiente e inspiración para redactar su novela. Y, como una curiosidad, el artículo Invención y realidad, de Luis García Jambrina, que plantea la relación, a veces buscada, otras no, entre esos dos términos.
En corto
A través de una selección de fragmentos de entrevistas y de una edición del programa Silencio se lee, de Canal 7, descubrimos los entresijos creativos y el entorno que rodea a García Jambrina: su fascinación por el escritor de La Celestina, la Salamanca del siglo XV…
Entrevistas al autor y reseñas de la novela publicadas en prensa.
Viaje al fondo de la Cueva
Se trata de una obra de teatro en un solo acto inspirada en la última parte de El manuscrito de piedra. Escrita por el propio Luis García Jambrina, ha sido representada durante el verano de 2009 junto a la mítica entrada a la Cueva de Salamanca.
En la obra de teatro, un personaje llamado el Conferenciante, trata de explicar al público la famosa leyenda, mientras que un segundo personaje camuflado entre el respetable, el Reventador, le cuestiona constantemente, estableciéndose de ese modo un diálogo rápido, chispeante y controvertido que muestra la existencia de esa ciudad doble, la interior y la exterior, la luminosa y la oscura.
(…) como misión cubrir y adornar una biblioteca, sólo que, en este caso, los libros no son de pergamino ni de papel, sino de piedra (…) (p. 271)
El hombre utiliza distintas tecnologías para escribir y comunicar lo escrito a otros hombres según el tiempo que le toca vivir: letras del color de la alheña en las paredes de una cueva prehistórica, inscripciones talladas en pétreos dinteles, símbolos cincelados en arcilla, corteza de árbol o caparazón de tortuga, frases dibujadas en papiro, párrafos escondidos en pergamino, historias encerradas en libros iluminados con pan de oro y tinta vegetal, y otras que fueron impresas con aquel artificio que muchos creyeron obra del demonio. La novela, en el laberinto de su trama, personajes y ambientes, habla de una obra escrita en piedra desde las páginas de papel que susurran al ser volteadas y desde las líneas de tinta electrónica que se agrandan y encogen al pulsar un botón mágico.
La abrimos, la encendemos…
Salamanca, 20 de septiembre de 1497, la vuelta de un estudiante, Fernando de Rojas, cuando el verano ya se ha ido hay que tornar a los estudios en la Universidad y se sucede el primero de una serie de asesinatos en las calles de la ciudad. El argumento se adereza con unos personajes inolvidables que transitan por la historia y por una Salamanca de intrigas, dobleces y ocultos secretos.